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Los Aromas
17 Gennaio 2025
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Las fragancias: un viaje a los sabores de la Semana Santa de Apulia
En el corazón de Apulia, donde el tiempo parece bailar al ritmo de las estaciones, la Pascua se anuncia con fragancias que despiertan recuerdos ancestrales. Es un viaje sensorial a través de siglos de historia, desde los normandos a Federico II de Suabia, que se enamoró perdidamente de esta tierra generosa, hasta nuestros días, donde cada plato cuenta una historia de pasión y tradición.
En las cocinas de Apulia, durante la Semana Santa, se celebra un antiguo rito que transforma ingredientes sencillos en poesía gastronómica. Es aquí donde la sabiduría popular ha sabido transformar la necesidad en virtud, creando un arte culinario que habla de tierra y mar, de trabajo y alegría, de devoción y celebración.
Como un pintor pintando sobre su lienzo, la cocina de Apulia mezcla hábilmente los colores y sabores de sus ingredientes: el verde brillante de las hierbas aromáticas, el oro líquido delaceite de oliva, el rojo intenso de los tomates maduros, el blanco nacarado del pescado fresco. Cada elemento cuenta la historia de una tierra que ha hecho de la frugalidad su riqueza, transformando la sencillez en refinamiento.
Mar y tierra se funden en un hábil abrazo, dando vida a platos que cuentan el alma más auténtica de Apulia. No es sólo alimento del cuerpo, sino también del espíritu: cada receta encierra un significado profundo, un simbolismo que transforma la comida en oración, en memoria, en compartir.
En Salento, el Viernes Santo, los cavatelli al vincotto se tiñen de rojo, su color evoca el sacrificio de la Pasión. Es un plato que va más allá del mero alimento, convirtiéndose en símbolo de devoción y recuerdo. En la región de Barese, el mar ofrece sus dones que se transforman en la focaccia «u' calzòene», donde la cebolla y el bacalao bailan en un maridaje de sabores, mientras que «u pizzaridd» habla de atún, alcaparras y el oro verde de los olivos de Apulia.
En el Gargano, donde el viento lleva el aroma de la maleza mediterránea, la «paposcia» de Vico del Gargano se convierte en protagonista indiscutible, acompañada de orecchiette con nueces y ensalada de naranja, en un maridaje de sabores que habla de una tierra suspendida entre el cielo y el mar.
Estos platos, nacidos de la necesidad y la pobreza en el pasado, se han convertido hoy en preciosos testigos de una cultura gastronómica que ha sabido transformar la sencillez en arte. Mientras la opulencia se celebraba en las cocinas de los palacios aristocráticos, en las casas del pueblo se creaba una cocina hecha de ingenio y pasión, donde cada ingrediente era valorado y respetado.
Trigo dorado que se convierte en hábil pasta, aceitunas que dan su precioso néctar, vides que ofrecen su generoso fruto, hierbas que huelen a sol y viento, pescados que traen consigo el sabor del mar: estos son los elementos de una alquimia culinaria que ha atravesado los siglos sin perder su autenticidad.
Hoy en día, esta tradición sigue viva en los hogares y trattorias de Apulia, donde cada plato de Semana Santa se convierte en un relato de fe y memoria, un puente entre el pasado y el presente, una celebración de esa antigua sabiduría que ha sabido transformar la necesidad en arte, la pobreza en riqueza de sabores.
La Semana Santa en Apulia es, por tanto, un viaje a través de los aromas y sabores de una tierra que nunca ha olvidado sus raíces, que sigue celebrando su historia milenaria a través de la comida, en un abrazo continuo entre lo sagrado y lo profano, la tierra y el mar, la tradición y la innovación.